Lluvia

Solía contemplar la lluvia caer a través de su ventana. Sentada consigo misma mientras consumía en cada calada su exiguo cigarrillo. A menudo imaginaba que aquel hermoso sonido producido por el agua construía la melodía de su hermoso devenir.

Qué sola debe sentirse…- se decía mientras observaba, casi ensimismada, aquella pequeña gota de agua atrapada entre las hojas de su precioso geranio. Su mente volaba convertida en aquella minúscula gota de agua… Sola, aislada de la inmensa lluvia que inundaba el cielo resbalaba lentamente hacia una nueva transformación. Fue entonces, cuando quizás guiada por su incontrolable espíritu de superación e investigación, acerco poco a poco su mirada a aquella hoja. Sus ojos se esforzaban por observar en lo más profundo de aquella gota y, de pronto…

Se encontró allí dentro, rodeada de miles de gotas iguales. Bailando, danzando al ritmo de una preciosa música, se encontró sorprendida por la realidad que albergaba aquella gota de agua, que ya no parecía solitaria ni aislada, sino lleno de la mejor de las alegrías.

Aún no sabe si fue un sueño, si la tranquilidad que aquella lluvia le transmitió le llevo a los brazos de morfeo para dejar volar su mente. Entonces se levantó, placidamente, como su una inmensa paz hubiese inundado todo su cuerpo. Lentamente cerró su ventana, acudió al calor de sus suaves sábanas y se dispuso a dormir mientras el bello sonido de la lluvia volvía a llevarle de viaje a nuevas aventuras.

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