12 meses, 12 libros: Los años de peregrinación del chico sin color de Haruki Murakami

Los años de peregrinación del chico sin color, Haruki Murakami. Tusquets ediciones
Los años de peregrinación del chico sin color, Haruki Murakami. Tusquets ediciones

El verano pasado tuve la suerte de leer este magnífico libro de Haruki Murakami. Curioso título el de este libro. Antes de lanzarme a leer a Murakami solo había tenido la oportunidad de adentrarme en su mundo a través de «Sueño», un acercamiento al universo Murakami que hizo que me interesara por sus obras.

El argumento gira en torno a Tsukuru Tazaki, un ingeniero apasionado por las estaciones ferroviarias y que supera ya la treintena. Su vida comienza de nuevo a coger impulso después de una dura crisis, ha retomado su trabajo y alguna que otra relación, aunque antes de continuar hacia adelante deberá curar las heridas de su pasado que aún siguen atormentándole.

Pero en este libro hay mucho más. En los años de peregrinación del chico sin color el autor nos adentra en las complicadas telarañas de la amistad, en todo aquello que construye los lazos que nos va moldeando como personas, pero también en todas aquellas dudas que surgen en nuestras cabezas cuando el amor, el desprecio, el silencio, las mentiras y las interpretaciones no dejan fluir las palabras y la comunicación.

«El pasado se convirtió de pronto en una larga y afilada broqueta que le perforaba el corazón. Sintió un dolor sordo y plateado que transformó su columna vertebral en un pilar de hielo. El dolor se quedó ahí, sin remitir ni un ápice…

En lo más profundo de sí mismo, Tsukuru Tazaki lo comprendió: los corazones humanos no se unen solo mediante la armonía. Se unen, más bien herida con herida. Dolor con dolor. Fragilidad con fragilidad. No existe silencio sin un grito desgarrador, no existe perdón sin que se derrame sangre, no existe aceptación sin pasar por un intenso sentimiento de pérdida…»

Murakami construye un inmenso universo interior a través del protagonista de la historia, que buscará curar las heridas de su inconsciente en un viaje a los orígenes de sus mayores miedos y sus antiguas relaciones de amistad en el que descubrirá como sus amigas y amigos, como él mismo, han ido cambiando sus perspectivas vitales y los sueños que en algún momento compartieron durante la juventud.

«- Pero pensar libremente no me parece nada sencillo.

– A fin de cuentas, pensar libremente significa también distanciarse del cuerpo. Salir de esa jaula que te limita. Romper las cadenas y simplemente darle alas a la mente. Proporcionarle a las ideas una vida natural: ahí es donde radica el núcleo de la libertad de pensamiento.»

Todo eso sin que falte la música, otra de los fetiches clásicos en los libros de Murakami. El autor sabe unir perfectamente el fluir musical con las descripciones de situaciones interiores y así nos introduce aún más en el mundo que nos describe.

Antes de terminar es necesario hablar de algo más que caracteriza a Murakami, sus finales. Es evidente que no a todo el mundo puede gustarle la forma en que acostumbra a terminar sus historias este autor pero, para mí esas conclusiones son parte de la particularidad y la grandeza de este escritor (y hasta aquí puedo contar).

Un libro al que os invito a disfrutar sobre todo durante el trayecto de algún viaje en tren o autobús. Un escritor al que un año sí y otro también meten en las quinielas para el Nobel es difícil que pueda defraudar.

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